miércoles, 24 de febrero de 2010

"Oportet haereses esse. Tal necesidad de herejía, que naturalmente está más lejos de ser únicamente religiosa, se presenta casi bajo la forma de una pulsión social que contamina todos los ámbitos de la existencia. Fin de las certezas ideológicas, multiplicidad de las costumbres, diversidad de sexualidades, policulturalismo acelerado, en pocas palabras, tribalismo y sectarismo cuyos ejemplos abundan a finales del siglo XX. Todo puede interpretarse de distintas maneras, pero puede decirse simplemente que estamos en este caso frente a expresiones del ambiente herético posmoderno. Ambiente que incita a huir de las instituciones, a rebelarse contra los poderes establecidos y a regodearse en una sensibilidad libertaria difusa que se apropia de la clásica divisa anarquista: ni dioses ni amos."

-Michel Maffesoli

Hasta leer a Maffesoli yo había considerado que la sociedad en que actualmente vivimos era más bien conservadora, desde el fracaso de los movimientos de 1968 y todo eso, y también por el marcado capitalismo del mundo el que vivimos y la aparente homogenización de las formas de ser bajo el velo de la individualidad. Leyendo a Maffesoli tengo una impresión totalmente contraria. Sabe ver, y sabe decir las cosas de tal manera que mí opinión se pregunta si ha de cambiar. Yo no leo mucha sociología, pero la poca que conocía me parecía más bien crítica, hasta conocer esta. Ahora pienso si no es una "hejería" en el terreno de las "humanidades" considerar a la crítica social como "moralina" reaccionaria. Yo mismo me rehuso a pensar aquello, cuando menos desde ciertas perspectivas, sobre todo en cuanto a sí la critica social responde a la categoría de rebelión como se delinea aquí: "Ambiente que incita a huir de las instituciones, a rebelarse contra los poderes establecidos"; o y sí es de una ceguera que la coloca en un lugar reaccionario. Es posible que sea de ambas maneras y que ambos tipos convivan y se confundan mezclandose.