Hoy conocí la granada china, un fruto amarillo (de origen probablemenete centroamericano, a pesar de su nombre) con manchas rojas, circulares, grandes y pequeñas, que tiene el tamaño y la forma de huevo, y que al mismo tiempo podría parecer una uva gigante o un limón amarillo. Tiene un tallo recto que le da la forma de una sonaja, y en su interior es blanco y sus semillas translúcidas y de centro grisáceo. Un fruto del que se puede saber que está maduro su cáscara comienza a abalandarse y su color se vuelve profundo y aparecen en la cáscara franjas y manchones cafes iguales a los de un plátano en la misma etapa de maduración.
Fue lo mejor que paso en mi día.